Carta de una Antigua Alumna

Fecha: 18/03/2011

 

Carta de una Antigua Alumna

Antigua Alumna de OrvalleJoana Nogueira-Vaz, VI Promoción de Orvalle

 

Queridas Amigas,

“Todos los trabajos honestos son dignos” Esta frase ha quedado grabada en mi memoria y fue dicha por una profesora, no recuerdo quién ni en qué contexto, en una de las clases del entonces BUP...

Esta idea encierra, en sí misma, todo el concepto educativo del colegio: una alumna de Orvalle puede hacer aquello que quiera, siempre que ese trabajo sea moralmente acorde con sus convicciones, sin discriminaciones de ningún tipo, sin límites de ninguna clase. Lo único que tiene que hacer es obtener una formación técnica y humana adecuada para ejercer, de la mejor manera posible, la profesión que haya escogido.

 

 

Me han pedido que escriba un poco sobre la influencia que ha tenido Orvalle en mi educación y en mi vida profesional y personal. Sería muy difícil para mí no decir que ha sido gracias a Orvalle que estoy en donde estoy: soy profesora de Religión en la Escuela Europea de Luxemburgo.

 

La formación religiosa en nuestro colegio es muy superior a la media y eso ha sido fundamental a la hora de mi contratación. Pero, analizando el pasado, lo que  admiro es que ha sido Orvalle el que me ha permitido descubrir mi verdadera pasión. Ha sido su método educativo el que me ha capacitado para ello: haciendo que descubriese mis cualidades, formándome en la autoevaluación y en la responsabilidad, así como,  en la preocupación por los demás y en la valentía a la hora de exponer mis convicciones.

 

Sí, porque hoy por hoy, decir en un colegio laico que eres creyente y católica, no es cosa fácil. Hablar en clase de perdón, de Sacramentos, de oración, de Misa o de AMOR -sí de amor, pero no del que los alumnos están pensando- es más difícil que hablar de la fusión del átomo o de los principios de la mecánica cuántica. Estos conceptos son tan extraños para ellos como lo son, en muchos casos, para sus padres, que me piden que les explique los Mandamientos, porque “yo estoy más capacitada para ello”.

 

Es fantástico observar cómo mis alumnos se extrañan de que una profesora de religión esté casada y tenga hijos, “que sea una persona normal” como ellos dicen, que hable de cine o de ciencia, que sepa lo que es Facebook y la PSP. En definitiva, que no dé su asignatura fuera del Mundo que ellos conocen sino que utilice los datos del Mundo para presentarles a Cristo.

 

Esto es lo que aprendí en Orvalle y que intento transmitir cada día a mis alumnos y a mis hijos: Dios no es una parte de la vida que nada tiene que ver con lo demás, sino que Él es el fundamento, la razón y el objetivo de todo lo que hacemos.

 

Un saludo

Joana Nogueira Vaz

VI Promoción de Orvalle

 

Aqui os envío unos enlaces que ilustran lo que quiero decir de forma mucho más elocuente:

Vídeo 1

Vídeo 2

Vídeo 3

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