Ofrenda a la Virgen de Orvalle
El pasado 2 de febrero de 2017, Orvalle acogió con gran cariño, a través de su Reina, la Virgen María, a las madres de Infantil y a sus antiguas alumnas, acompañadas de sus hijos menores de dos años.
Coincidiendo con la Virgen de la Candelaria, cada uno de ellos, fue presentado ante Nuestra Madre, testigo ineludible en nuestro caso, como antiguas alumnas, de todos los acontecimientos más importantes de nuestras vidas, desde la infancia hasta el comienzo en la vida universitaria, siempre Ella presente.
Supuso una vuelta muy especial a "casa", puesto que muchas volvimos esta vez con nuestros niños, a los brazos tiernos de Nuestra Madre de Orvalle, que tanto nos dedicó durante quince años y que siempre nos espera. Nuestras vidas avanzan y dan mil vueltas, pero nuestro Colegio y nuestra Virgen, siempre estarán ahí.
Don Borja Armada, Capellán del Colegio, aprovechó este día también, para bendecir a las madres embarazadas, confiando el camino pendiente a la Protección de María.
No solo bendijo a los niños, sino que también, nos dirigió la bendición a nosotros, padres, ya que los más pequeños necesitan de sus mayores para crecer y madurar:
“Para que nosotros atendamos con diligencia a su formación y ellos acepten de buen grado la debida instrucción."
Estos niños, los ha dejado Dios en nuestras manos, como don, para custodiarlos y sacarlos adelante, mostrándoles con el ejemplo, el camino hacia el Bien. Gran responsabilidad la que nos ha otorgado, para la que sin duda contamos con la ayuda y el aliento permanente de la Virgen de Orvalle, que ya durante muchos años, acompañó a nuestros padres en nuestro cuidado.
Como dice el Papa Francisco, “los niños, son los dueños de la sonrisa, de una sonrisa limpia, no agrietada como la nuestra. ¡Madre, ayúdanos a que con ella vayan adelante y enséñanos a reír de nuevo, a ser hombres y mujeres con alma de chicos!, ¡ellos son nuestro futuro, ellos son la esperanza!
Fue Arancha Moreno, madre y antigua alumna del Colegio, la que leyó el Ofrecimiento de los niños a la Virgen.
Todos con inmenso agradecimiento, nos despedimos de nuestra queridísima Madre, dejándole, junto a nuestros hijos, unas flores a sus pies.
Pero antes de irnos, se sirvió una merienda, mientras que compartimos infinidad de recuerdos e ilusiones, vividas entre estas paredes.
Nuestros niños, salieron por las puertas de Orvalle, con el Diploma de la Virgen de su madre, en el caso de las Alumni y con el Diploma de la Virgen de su Colegio, en el caso de las familias de Infantil.