"Como todos los días, después del desayuno a las 9 de la mañana nos subimos en los autobuses y nos recibieron con caras de alegría para empezar nuestro trabajo.

Vinimos con ganas e ilusión, hemos estado rodeadas de gente buena y sólo han tenido palabras de agradecimiento para nosotras (labai ačiū). A los pocos minutos de estar ahí descubrimos la generosidad con la que se tratan los campeones y el cariño con el que se miran.

Algunas se han quedado en Kretinga repartiendo pan a toda la comunidad como es tradicional en el día de San Antonio, después de una Misa solemne en honor al santo, patrono de este pueblo.

Otra tradición que tienen es compartir la cena entre todos, nuestra aportación fueron ocho tortillas de patata realizadas por nuestro equipo de intendencia con mucho esfuerzo, que les encantaron.

Desde las 20.00 hasta las 23.00 no paramos de bailar y cantar combinando bailes regionales lituanos que ya hemos aprendido, con otros más marchosos como la Macarena, el waka waka y hasta sevillanas improvisadas que intentaron aprender sin mucho éxito".

Teresa Beltrán