Educar con valores: cómo formar personas plenas en 7 claves

La primera sesión del Programa “Aprender a ser persona” para padres, ofreció una profunda reflexión sobre cómo educar con valores a los hijos, destacando la importancia del hogar como primer entorno formativo.
“Los hijos no cambian por las explicaciones de papá y mamá, sino por el entorno que papá y mamá crean en casa’’
Jerónimo Fumanal.
El ponente, Jerónimo Fumanal, ofreció a las familias de Orvalle una profunda reflexión sobre cómo educar con valores el corazón de los hijos para que establezcan relaciones que les hagan crecer. Su enfoque unió la neurociencia, la pedagogía y la formación en virtudes, para ayudar a los padres a entender el dinamismo de las relaciones humanas en cada etapa.
Cómo educar con valores en 7 claves
A continuación, resumimos en siete aspectos, las ideas principales que Jerónimo Fumanal explicó en su conferencia para aprender a educar con valores.
Cómo educar el corazón para establecer relaciones que hagan crecer
Los hijos aprenden a relacionarse a partir del modelo familiar: cómo sus padres se tratan, cómo cuidan a sus amigos y cómo reaccionan ante los demás. La educación no intencional —la que se transmite sin proponérselo— forma más que la intencional. Por eso, el hogar debe ser un entorno donde se respire donación, perdón y alegría compartida.
“No hemos nacido para el logro, hemos nacido para la plenitud”
Jerónimo Fumanal.
El dinamismo de la amistad y las relaciones en cada etapa
En la infancia se consolidan los primeros vínculos y se entrenan las virtudes básicas.
Durante la adolescencia, esos vínculos se vuelven más emocionales y complejos.
Fumanal insistió en que no hay que evitar el sufrimiento que a veces provoca la amistad, sino enseñar a los hijos a afrontarlo con sentido y generosidad, aprendiendo a amar incluso cuando amar duele.
“La capacidad de amar exige la capacidad de sufrir; si les impedimos sufrir, les impedimos amar”
Jerónimo Fumanal.
Conocer el temperamento para acompañar mejor
Cada hijo tiene un modo distinto de sentir y de relacionarse según los cuatro temperamentos: colérico, flemático, sanguíneo o melancólico.
Conocer el perfil temperamental ayuda a interpretar sus reacciones y conflictos con mayor empatía, evitando comparaciones injustas. Educar no es cambiar el “chasis” del carácter, sino ayudar a que cada uno dé su mejor versión.


Errores frecuentes de los padres en los conflictos sociales
Los “padres diseñadores sociales”, que intentan controlar las amistades o proteger en exceso, debilitan la competencia social de sus hijas. Así mismo, la hiperprotección impide que aprendan a resolver diferencias y a construir relaciones auténticas.
“La madre coraza debilita a su hija: hay que darle encargos serios y dejar que se esfuerce”
Jerónimo Fumanal.
En cambio, los padres deben acompañar sin intervenir, ayudando a sus hijas a perdonar, poner límites y mantener el equilibrio afectivo frente a personalidades dominantes o difíciles.
“No hay que proteger a las niñas contra el dolor, sino entrenarlas para afrontarlo con sentido''
Jerónimo Fumanal.
Formar corazones grandes: virtudes humanas y caridad
Educar en virtudes —prudencia, justicia, fortaleza y templanza— fortalece el carácter y prepara para la amistad verdadera.Estas virtudes, iluminadas por la Caridad, enseñan a amar el bien, no solo a portarse bien.
‘’La amistad auténtica nace del deseo de hacer feliz al otro, no de buscar protagonismo’’
Jerónimo Fumanal.
Educación indispensable en lo cotidiano
Las pequeñas situaciones diarias —una invitación a un cumpleaños, cómo se saluda a otra familia, cómo se integra a quien está solo— son oportunidades de oro para cultivar la dignidad ajena.
El ponente invitó a los padres a combatir la invisibilidad de los más tímidos o inseguros, enseñando a sus hijas a mirar más allá de su grupo y a abrir el corazón a todos.
El poder educativo del perdón
El perdón verdadero ilumina el hogar y sana los vínculos. Fumanal recordó que los hijos no cambian por los discursos, sino por el aire moral que respiran en casa: un entorno donde se pide perdón, se perdona y se vuelve a empezar con alegría, ese es el caldo de cultivo para que se produzca el verdadero cambio.
Conclusión
Educar el corazón de los hijos es ayudarles a construir relaciones que los hagan crecer, formar su criterio, fortalecer su músculo moral y enseñarles que la plenitud no se alcanza por los logros, sino por el amor al bien.
El Colegio Orvalle, con este programa, reafirma su compromiso de acompañar a las familias en la formación integral de sus hijos, para que cada niña aprenda a amar con libertad y profundidad.
Próxima sesión: Más allá del talento con Francesc Torralba

Las fotografías de Jerónimo Fumanal de este artículo corresponden a una sesión impartida un mes antes al profesorado en el Colegio Orvalle.

















