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Educar en fortaleza: cómo formar el carácter desde la infancia

El psiquiatra Carlos Chiclana sugiere ideas prácticas y fáciles de aplicar para educar en fortaleza sin necesidad de dedicar más tiempo, sino con estrategias y herramientas en el día a día. La fortaleza se adquiere cuando se persigue lo bueno para uno mismo. No va tanto de esfuerzo como de amar, lo cual llevará a resistir, atacar y perseverar en la consecución del bien.

Carlos Chiclana
Carlos Chiclana. Foto: FMB (Nueva Revista).

Si te interesa ayudar a un hijo o hija a desarrollar la fortaleza, te propongo que revises estos nueve pasos, a ver si alguno te da luz.

¿Cómo hacer que mi hijo sea más fuerte? 9 claves para educar en fortaleza

1. Ponte las gafas de cerca y mira el fondo del ojo

Si queremos educar en fortaleza lo primero que necesitamos hacer es mirar de cerca, mirar dentro de esa persona y escuchar cómo resuena su interior, cómo está su estima personal, qué concepto tiene de sí misma, en qué posición está, cuál es su actitud ante la vida. Porque si proponemos planes, proyectos, desarrollos, crecimiento y la persona está escondida, acurrucada, con bajo concepto de sí misma, con desprecio hacia sí, con baja estima personal, sería una actividad inútil y agotadora, no le ayudamos y nosotros nos agotamos.

2. Busca la caja de herramientas y señala los tesoros

Cada persona tiene ya en su interior valores, virtudes, fortalezas, habilidades, estrategias y herramientas que puede emplear para desarrollar otras nuevas virtudes, como la fortaleza. Cada persona tendrá un estilo de aprendizaje o de afrontamiento, así que es de mayor eficacia e interés, buscar qué procedimiento es el que va funcionar, el que ya le ha funcionado para otros desarrollos.

Valorar lo que ya se tiene y mejorarar todavía lo que se ha conseguido, pasa por un proceso personal de maduración. Así puedes ver con él qué hay en la caja de herramientas, qué tesoros tiene ya en su interior, de qué fondo de armario dispone para enfrentarse a la vida, qué hay en su despensa.

En la línea de lo relacional, aunque la virtud es personal, también le podemos señalar que dispone de una red de apoyo, que no está solo, que puede pedir ayuda, dejarse ayudar y descansar en otros para renovar fuerzas.

3. ¿Qué temperatura hace? Activar el VAR

Necesitamos conocer cómo se encuentra emocionalmente esa persona. Además al poner el oído en el interior podremos encontrarnos con una estima adecuada y lo normal es que nos encontremos con debilidades, limitaciones, miedos, vulnerabilidad, frustraciones, etc. y todas estas afecciones nos indican que es una persona normal, que está en proceso de desarrollo.

Un primer paso para educar en fortaleza será la aceptación de todos estos sentimientos, emociones o estados mentales. Aceptación sana de encuentro con la realidad, no es un encuentro triste sino válido y realista. Desde aquí es de donde partimos.

Doctor Carlos Chiclana.

Podemos utilizar la estrategia del VAR: Validar, Acoger, Reforzar. De forma que la persona entienda que tiene los elementos adecuados para precisamente desarrollar la virtud de la fortaleza.

4. Escuchar

Vale la pena escucharle, a ver qué quieren, a quién admiran, dónde les gustaría llegar, cómo les gustaría ser, qué cualidades desearían tener, dónde se ve en los próximos años. También a quiénes admiran, en quién se fijan, a quién imitan.

Así podremos ver los retos como oportunidades, buscar las herramientas intermedias que puedan hacer falta para llegar a ese objetivo. Al escuchar podremos también descubrir si se sienten capaces o no, si se ven con fuerzas o no, qué tipo de ayuda pueden necesitar, podremos hacer preguntas más adecuadas, asombrarnos con ellos.

5. Estaré loco pero al menos puedo volar

Otra de las claves para educar en fortaleza es activar los sueños. Anímale a que sueñe, que se ilusione, que escriba la carta a los reyes sobre qué quiere en su vida, qué deseos tiene. Plantéale un reto, anímale, sueña con él, dale seguridad, confía en él. Transmite optimismo, confianza y emoción para diseñar un buen ataque.

6. Alimenta a la vaca y riega la semilla

Dar seguridad. Si alimentamos a la vaca, la vaca engorda. Si cuidamos a la planta, la planta crece y se desarrolla. Si cada día nos fijamos en el desarrollo de nuestros hijos y apreciamos lo costoso y el impacto de las pequeñas dificultades, irá creciendo poco a poco.

Es mejor aprender bien que aprender rápido y eso requiere la siembra del día a día, para hacerles competentes detalle a detalle, cultivando grano a grano.

Doctor Carlos Chiclana.

7. Tomar la realidad como motivo o la realidad como excusa

La fortaleza se vincula directamente con la vida real, con las dificultades reales, con los intereses de cada día, con una finalidad de sentido de lo que hago, del bien que quiero conseguir. Les podemos ayudar a encontrar el sentido de cada detalle que afrontan cada día y que puede resultar costoso porque sea necesario resistir, atacar o perseverar.

La misma realidad nos ayudará también a aprender de los errores, de lo que nos quejemos nos avisará para que lo transformemos en oportunidad de aprendizaje, de desarrollo, de comprensión, de vinculación con otros, etc., y así se transforma la frustración en asombro y en nuevas ideas.

Doctor Carlos Chiclana

8. Tu hijo no es un perro, pero necesita la recompensa

Todos necesitamos refuerzos positivos que activen nuestro sistema de recompensa, para esto anima y aplaude por actitudes y acciones muy concretas que refuercen en el momento y que vayan dirigidas sobre todo al proceso de lo que se pretende conseguir, y no tanto al éxito o al producto conseguido.

Prioriza el desarrollo personal frente a la recompensa del éxito o la aprobación, para que se perciba en el hogar que por lo que se valora a las personas es por lo que son, no por lo que hacen, y por cómo aman a los demás y no por los éxitos o la utilidad que desarrollan.

Doctor Carlos Chiclana

Pon atención en el proceso más que en el resultado, recompensa el esfuerzo, la dedicación, la constancia, la perseverancia, la paciencia. El éxito es haber estado en el proceso, las expectativas son el desarrollo personal, prémialo. Nuevos fallos generan nuevos objetivos.

9. Cultura de la celebración

Celebra los logros. Recompensa el esfuerzo y las acciones concretas, no los rasgos de la persona. Aplaude aquello que quieres que arraigue en él, que en vuestro hogar se celebre el bien, la entrega a los demás, el cariño y el amor a otros.


Puedes escuchar la sesión completa del Dr. Chiclana sobre cómo educar en fortaleza aquí. El Dr. Chiclana es psiquiatra. Doctor en Medicina (Programa Neurociencias) y especialista en Psiquiatría por la Universidad de Navarra. (CV completo)

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