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El amor es entregarse: 3 historias de conversión
El amor es entregarse: este es el aprendizaje que se lleva Covadonga Martínez- Echevarría, alumna de 4ºA de la ESO, tras escuchar tres impresionantes historias de conversión que desgrana a continuación. Esta sesión forma parte de la formación, uno de los sellos diferenciales de nuestro proyecto educativo, que recibieron esta semana las alumnas.
“Ser voluntario te permite ser testigo directo de ejemplos de reconversión gracias a la mano de Dios.”
Don José Manuel Horcajo.
Esta frase es una de las muchas que nos han marcado profundamente a las alumnas de 4º ESO y 1º de Bachillerato, durante la charla impartida por Don José Manuel Horcajo, párroco de San Ramón Nonato en Vallecas, en la que nos ha narrado historias asombrosas protagonizadas por personas cuya situación nos parecía real sólo en las novelas.
El comedor San José en época de pandemia
La primera historia que nos contó fue la del comedor San José en época de pandemia. El Covid lo puso todo patas arriba, hasta a este comedor que, desde 2004, llevaba dando comidas a los que más lo necesitan. La situación se volvió tan insostenible que se tomó la decisión de cerrarlo, porque no había voluntarios que se pudieran hacer cargo del establecimiento, ni tampoco forma alguna de comprar alimentos para abastecerlo.
Antes de cerrarlo, un gran número de personas empezó a hacer cola pidiendo comida y, en palabras de Don José Manuel, “gracias al poder de la oración y la bondad de nuestro Dios, ocurrió un verdadero milagro: se pudo mantener abierto el comedor.”
Era tal la multitud de gente necesitada que esperaba ser atendida, que llamó la atención de la policía, la cadena BBC y hasta a un directivo de la Caixa, que, asombrado por la fila de personas decidió hablar con ellos. Quedó tan impactado al escuchar sus situaciones que decidió hacer al comedor un generoso donativo. La parroquia aceptó con agrado el gesto de generosidad, pero a cambio le dijeron que debía de colaborar con ellos como voluntario. El hombre aceptó y quedó sobrecogido al ver la extrema necesidad que allí se palpaba. Según nos contó Don José Manuel, el directivo aseguró que “Ser voluntariado te hace ver cosas que ni te podías imaginar”.
Ángel, el expresidiario que se convirtió en voluntario
A través del comedor y de otros proyectos, Dios ha llevado a cabo varios milagros que nadie hubiese creído posibles, cuenta Don José Manuel. La historia de Ángel, un hombre expresidiario, sólo y deprimido, que dormía en la calle entre cartones, es un ejemplo. Ángel “vivía” a escasos treinta metros del comedor pero, a pesar de su precaria situación, no se veía con fuerza ni para ir a comer.
Una monjita, tras mucha insistencia, consiguió llevarlo hasta el comedor donde Ángel se sintió como hacía mucho que no se sentía: como en casa. Don José Manuel le brindó un lugar en los Hogares de María de Villota, donde además de cobijo, cariño y comida, se ofrece vivir con un horario y oración.
En pocos meses Ángel logró recuperarse, en gran medida también gracias a que él mismo, en cuanto pudo, se convirtió en voluntario, que es algo en lo que Don José Manuel nos insistió mucho durante toda la formación: no se trata sólo de recibir sino también de dar, “entra un pobre y sale un santo”. Gracias también a Acción Católica su recuperación fue tal que a los seis meses encontró trabajo, se reconcilió con su familia, encontró pareja y ahora vive en un piso.
David estaba preso de la droga
Otro gran ejemplo de la bondad de Dios es David, un hombre que vivía bajo el puente de Vallecas y que estaba preso de la droga. Le habían apartado de su hijo por su condición, y volver a estar con él era el motor que le impulsaba para tratar de salir de ese mundo adictivo.
Le invitaron al Hogar de María de Villota pero él anunció febrilmente que era agnóstico. En los ratos de oración se quedaba al fondo, con los brazos cruzados, aunque, poco a poco, empezó a ver el bien que le hacía la oración y la espiritualidad. David se convirtió y es un claro ejemplo de cómo Cristo hace lo posible por nuestra salvación y como, en palabras de Don José Manuel: “gente muy deteriorada por múltiples razones, han podido rehacer su vida gracias a la fuerza de la espiritualidad y la oración''.
Proyecto Ángel
El último ejemplo que nos contó ha sido el que más nos ha impactado y con diferencia. El sacerdote tiene relación con familias en Vallecas que viven hacinadas en pisos pequeños con unas condiciones muy precarias.
Hace nueve años, como novedad, la parroquia decidió organizar un campamento con el fin de dar “luz” a los niños. Tanto niños como monitores carecían de experiencia previa en campamentos ya que, de nuevo, esto era algo novedoso para ellos. Entre todo el jolgorio y el caos reinante, se encontraba una niña de trece años que decía estar embarazada y que estaba manchando. La niña calculaba estar de cuatro meses, aunque ni había ido al médico, ni nadie más lo sabía, hasta ese momento que lo compartió con Don José Manuel.
Inmersos en una gran tensión llegaron al hospital, donde no sólo se confirmó que la niña estaba embarazada de siete meses, sino que el bebé estaba en camino. La situación que nos relató Don José Manuel era muy surrealista: primer día de campamento organizado por una parroquia de Vallecas, y una familia, sin recursos, se entera de que su hija de trece años, a la que habían mandado al campamento, está dando a luz a más de 150 kilómetros.
Como Dios es bueno, todo salió bien, e incluso la abuela llegó al nacimiento de su nieto. La familia era evangélica, pero al poco tiempo, la niña y su bebé se bautizaron católicos. Este año, Miguel Ángel, el bebé del campamento, recibió la Primera Comunión.
Este campamento iluminó al sacerdote en la necesidad de ayudar y acompañar a niñas y mujeres en una situación similar a la de Angélica, el nombre de la joven embarazada. De ahí surgió el Proyecto Ángel que tiene como objetivo no sólo acoger a mujeres embarazadas en situación de exclusión social o dureza extrema, sino que también se les brinda cariño, cooperación y formación espiritual.
Artículo redactado por Covadonga Martínez- Echevarría, alumna de 4ºA de la ESO, con la supervisión de la profesora Helen Muntion.
La noticia de portada es del fotógrafo Álvaro García, publicada originalmente en el periódico El País.