Hoy ha venido a Orvalle un cantante de rap para hablarle a nuestras alumnas de 4º de ESO y Bachillerato ¿Pero qué puede tener este joven de interés para ellas, más allá de su carrera musical y su fama? Muchos de vosotros estaréis recreando en vuestras mentes la apariencia física del personaje, apelando a los estereotipos de los artistas de este mundo musical. Sin embargo, quien entró al salón de actos era un joven de aspecto muy normal, sencillo y, sobre todo, alegre y sonriente.

Se llama Guillermo Esteban, conocido bajo el nombre artístico Grilex. Tiene 23 años y es el segundo de cinco hermanos. Tras una fuerte crisis de fe se alejó por completo de Dios y de la Iglesia, apelando al rap como desahogo de sus sentimientos y pensamientos, cargados siempre de insultos y descalificaciones. Allí encontró la fama, pero también la soledad.

Cuando ya estaba totalmente hundido en la oscuridad, rodeado de personas y de un entorno absolutamente frío y egocéntrico, Grilex decidió acompañar a su madre a Misa gracias a su cariñosa insistencia. Confiesa que a pesar de su miedo al rechazo, lo único que encontró al llegar fueron abrazos, sonrisas, misericordia. Allí comenzó su camino de conversión, una transformación cara a Dios que le ha dado un giro total a su vida personal y a su carrera musical.

Al poco tiempo fue a una cena de jóvenes donde volvió a experimentar sentimientos que llevaba tiempo sin vivir. "Ver a personas sonreír siempre. Los que te servían la comida o te traían el agua, siempre sonreían de forma gratuita como si eso fuera lo más. No entendía las caras de felicidad. Es ahí cuando descubrí que el servir te hace feliz. Porque lo que ilumina y lo que da calor es el cariño, la ternura y la alegría, verdaderos símbolos de los cristianos".

Grilex asegura que si supiéramos lo que valemos para Dios y fueramos realmente conscientes de que Él nos ha elegido, dejaríamos de comportarnos de algunas formas. "El Señor con mucha paciencia, mucho amor me fue ablandando hasta que descubrí que algo en mi interior me hacía ver cuánto me quiere, cuánto me acepta y, sobre todo, cuánto me perdona".

Explicando más a fondo cómo fue su conversión, el cantante de rap, explica que sentía una fuente inmensa de amor que no sabía cómo canalizar y, sin mas, todos los miedos, rencores y tristezas desaparecieron. "Dios se hace fuerte en uno a través de las debilidades. Después de sentirme tanto tiempo vacío, por fin me sentía totalmente lleno".

Es allí cuando decidió dar un vuelco a su música y dedicar todo su rap para el Señor. Estaba convencido de que esto le cerraría todas las puertas. Sin embargo, ha sido todo lo contrario. Se le han abierto todas las puertas y ventanas. "Dios transmite luz a traves de todos los dones si los ponemos a su disposición y al servicio de los demás. No hay que aspirar a llegar a las masas, con llegar a un alma ya lo merece todo".

Para finalizar, Grilex recuerda que cada uno de nosotros podemos ser luz en este mundo. Que aunque nos resulte difícil algunas veces, debemos intentar siempre fomentar la conversación con Jesús, diciéndole las cosas tal y como las pensamos y las sentimos.