"Hoy día 17 de junio nos hemos levantado más tarde de lo normal. Para nuestra sorpresa, en el cielo no se observaba ninguna nube.

Hemos acudido a la Misa del pueblo. Los lituanos estaban emocionados de que participáramos en el coro a pesar de que la mayoría estábamos afónicas. En la Iglesia de Kretinga volvió a sonar la canción que más nos representa, “Reina de Orvalle”. Después, nos esperaba un largo trayecto hasta Plaitelai, un precioso lago con varias islas, donde pudimos pasear o montar en kayaks.

Para no olvidarnos de esta maravillosa experiencia nos hicimos  fotos y más fotos. Una de nosotras, Alejandra Campo, arriesgó demasiado y se cayó al lago. Después de pasar un buen rato todas juntas, nos dirigimos hacia los autobuses y nos encontramos unos pequeños inquilinos (avispas) que estuvieron entusiasmados en hacernos compañía hasta Zemaiciu Kalvarija. Allí, rezamos el rosario todas juntas por nuestras intenciones y las de nuestras familias, en las que especialmente se encontraba el tío de Marina Iguaz, fallecido recientemente.

A la vuelta, ya en Kretinga, nos esperaba en nuestro bar, al que le estamos haciendo el negocio, un trocito de España. Nos prepararon una deliciosa paella junto con  fingers de pollo y patatas fritas, que como toda comida lituana la acompañaron con nuestra amiga la pimienta.

Tras este largo día cogimos fuerzas para afrontar una semana más de voluntariado, donde nosotras damos y recibimos el doble.

Iki rytojaus (Hasta mañana)".

Ana González y Carlota Posada