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La primera directora del Colegio Orvalle vuelve 45 años después
Visita de Isabel González de Langarica, primera directora de Orvalle en 1978
El pasado viernes 12 de septiembre vivimos una jornada muy especial en el colegio: recibimos con enorme ilusión a Isabel González de Langarica, la primera directora del Colegio Orvalle, que regresó a la que fue su casa hace más de 45 años.
Los inicio del Colegio Orvalle de la mano de su primera directora
El reencuentro fue un momento para recordar los inicios de este proyecto educativo que nació del sueño y la entrega de unas familias comprometidas, apoyadas por un equipo de profesoras entusiastas y generosas, con Isabel al frente. Gracias a su fe, su trabajo incansable y su espíritu de servicio, aquel pequeño colegio que comenzó en un chalet de Torrelodones en 1978 se convirtió, con los años, en la realidad que hoy conocemos en Las Rozas: un colegio referente en Madrid, siempre fiel a su esencia.
En el centro, Isabel González de Langarica en sus años como directora. En los laterales, fotos del Colegio Orvalle en su primera sede en Torrelodones.
Una visita marcada por la fe, el servicio y la gratitud
La jornada comenzó con una Santa Misa celebrada por Don Evaristo, sacerdote que acompañó los primeros años de vida del colegio junto a Don Salvador. A continuación, Isabel compartió con profesoras y alumnas de 4º de ESO y Bachillerato anécdotas y recuerdos cargados de ilusión, dificultades y fe en el futuro. Sus palabras pusieron de manifiesto cómo, desde los primeros pasos, Orvalle se cimentó sobre los mismos valores que hoy siguen siendo su motor: el compromiso educativo, la implicación de las familias, la formación integral y el servicio generoso a los demás.
Anécdotas y recuerdos de los primeros años
Hubo momentos entrañables, como la historia de unos padres que, tras la pérdida de su hija, quisieron regalar a Orvalle la Virgen de piedra que hoy preside el jardín del colegio, símbolo del amor y la confianza que las familias depositaron en este proyecto.
Reencuentro de la primera directora del Colegio Orvalle con profesoras y antiguas alumnas
La visita se completó con la presencia de antiguas profesoras y alumnas de las primeras promociones, que revivieron recuerdos compartidos y agradecieron a Isabel su ejemplo y la semilla que supo sembrar en tantas personas. En un ambiente de gratitud y afecto, disfrutaron de una comida con las profesoras más veteranas y de una merienda entrañable con antiguas alumnas de las promociones I a la IX.
El legado de Isabel González de Langarica en Orvalle
Fue, sin duda, un día lleno de emoción, memoria y agradecimiento. Un recordatorio de que la historia de Orvalle se ha escrito gracias al esfuerzo de quienes, con fe y compromiso, dieron los primeros pasos, y de que su espíritu fundacional —familia, servicio y formación integral— sigue hoy tan vivo como en 1978.
