Categorías:

 Padres y Profesores 

 

Etiquetas:

 Escuela de padres 

Móviles y adolescentes: ¿Qué podemos hacer los padres?

Don Carlos Medarde, capellán del colegio, ha impartido una sesión sobre el uso del móvil y los adolescentes. En este artículo encontrarás un resumen con las principales ideas.

Breve perfil biográfico

D. Carlos lleva un tiempo informándose sobre esta cuestión, para lo cual ha hablado personalmente con pediatras, psicólogos, psiquiatras, desarrolladores de aplicaciones, expertos informáticos, policías, ingenieros informáticos especializados en ciberdelincuencia, sacerdotes, matrimonios y adolescentes. Lleva 20 años trabajando con adolescentes, ha sido publicista, profesor y directivo en áreas educativas. Es doctor en Teología Moral y tiene una tesis doctoral que versa sobre educación sexual. Además, ha realizado varios cursos sobre educación afectivo-sexual, adicciones y pornografía y convivencia matrimonial.

Móviles y adolescentes en datos

El 58% de los jóvenes entre 12 y 13 años pierde la noción del tiempo cuando está utilizando el móvil. Un 51% se enfada si le interrumpen y el 67% abandona lo que está haciendo para atender al móvil. Así lo pone de manifiesto el estudio sobre concienciación y uso del móvil entre adolescentes, realizado a más de 1.000 alumnos y alumnas de 1º de la ESO, por Celside Insurance y PantallasAmigas, con la colaboración de la Universidad de Deusto.

El móvil afecta muchísimo a los jóvenes, y cada vez los padres se lo dan antes. Un estudio de 2018 realizado por la Fundación FAD Juventud, recoge que el 90% de los adolescentes españoles tienen un smartphone. 

Móviles y adolescentes: algunos de los efectos que produce el uso del móvil

Los móviles tienen cosas buenas y los adolescentes agradecen que eso se valore y se diga: sirven para hablar por teléfono, para estar conectados, para divertirse, estar informados, etc. 

Por otro lado, es importante saber que también:

1) Los móviles roban tiempo

Se pierden muchísimas horas por causa del móvil. Quita tiempo de estudio, de horas de sueño, de aficiones, tiempo de estar con amigos, de leer, etc. Todo esto provoca falta de sueño, cansancio, les cuesta más enfrentarse a las dificultades del día a día, etc.

2) Crean patrones de conducta

Los adolescentes siguen actualmente los patrones de conducta que llevan años viendo y recibiendo de la televisión y el móvil: series, instagram, youtubers, tiktokers, etc. Si en estos medios se ve muchas veces que lo normal cuando te van mal las cosas es caer en trastornos de alimentación o en la autolesión es más fácil que luego ese patrón lo sigan las personas que lo ven cuando las cosas les van mal.

3) Les configura su modo de pensar

Es muchísima la información y opinión que llega a través del móvil. Cuando se es joven todavía no se tiene una opinión bien formada respecto a temas importantes: aborto o eutanasia, noviazgo y matrimonio, modelos de familia, la Iglesia, etc. Además no tienes desarrollado el pensamiento crítico por lo que es muy habitual que esas ideas acaben arraigando en el pensamiento del joven. 

4) Funciona de amplificador

Suele servir mucho de amplificador y potenciador, especialmente de aquellas cuestiones que se deberían mejorar. Los jóvenes todavía no han desarrollado la parte prefrontal del cerebro, que es la que ayuda a tener un mayor autocontrol.

Es muy habitual que las personas con poco autocontrol, se vuelven más impulsivas; las tímidas, se refugien más en el anonimato; la vanidosa, busque más su exposición; y la persona que suele meterse con los débiles, lo haga más veces por las redes. 

5) Se convierte en un instructor sexual totalmente desarraigado del amor

9 de cada 10 chicas dicen que están infelices con su cuerpo, según un reciente estudio. La pornografía está muy extendida y especialmente los jóvenes son carne de cañón. Muchas veces sin buscarlo, ya que todos los días reciben imágenes en su móvil.

6) Crea o potencia problemas mentales

En España estamos en el top mundial de problemas psicológicos en jóvenes y suicidios. Redes sociales como Instagram provocan una mayor propensión a la ansiedad, la depresión, la sensación soledad, los problemas de sueño, distorsiona la percepción del propio cuerpo, etc.

¿Por qué aún así le damos el móvil?

Entre otras razones, a veces los padres dan el móvil a los adolescentes por miedo:

  • A que se quede solo socialmente.
  • A problemas familiares, conflictos con los hijos.
  • A ser mal padre o mala madre.
  • A que les pase algo cuando no están ellos.

Este miedo, en muchos casos, es lo que más pesa a la hora de tomar la decisión. Por desgracia, muchos no son totalmente conscientes de que, en cantidad de ocasiones, el móvil -debido a las redes sociales, las series, los influencers, determinadas canciones, etc. que es para lo que lo utilizan el 90% de las veces- provoca que sus hijos e hijas duerman menos, saquen peores notas, se enganchen a la pornografía, reciban ideas y consejos que les hacen mucho daño, distorsiona su autopercepción y les baja la autoestima, provoca que dejen aficiones sanas que antes tenían, pasan a dedicar menos tiempo a los padres y hermanos, hace que se encierren más en sí mismos, etc. 

Estos y otros peligros están a la orden del día y, por desgracia, van afectando a los jóvenes sin que se den cuenta. 

 ¿Qué podemos hacer los padres?

A continuación se recomiendan una serie de consejos. Es importante saber que estos van a suponer un grandísimo esfuerzo por parte de los padres… 

1) Retrasar su uso

Cada vez más expertos recomiendan dárselo cuanto más tarde, mejor. Y las estadísticas les avalan. Esto puede suponer una guerra constante en casa, pero posiblemente valga mucho la pena.  

2) Mantener un clima de higiene digital en el hogar y en general en la familia

Es cierto que esto puede suponer un esfuerzo grande para los padres, pero todo lo que se consiga va en beneficio de los hijos. Tratar de utilizar lo menos posible el móvil delante de ellos cuando se está en el hogar, tener lugares comunes donde se utilice, etc. En general, promover todo lo que no sea digital y limitar lo máximo posible las pantallas. Tratar de fomentar la naturaleza, los deportes, los juegos de mesa, la vida social en familia, las salidas todos juntos, etc.

3) Ser ejemplo

El 95% de las batallas que aquí se han comentado son también para los padres. Son ellos los primeros que deben esforzarse por vivirlas. 

4) Tener algunas líneas rojas

Algunas recomendaciones son más importantes que otras. Hay cuestiones que son básicas: que el móvil no “duerma” en la misma habitación que los hijos; que no estén más de una hora utilizándolo, que se utilice en lugares públicos, también del hogar y no encerrados en la habitación, etc. 

5) Cuidar la forma en la que se lo damos

Una vez que se decide darle un móvil se puede hacer de muchas maneras. No es lo mismo decirle “Toma un móvil”, que decirle que tú le dejas un móvil para que lo utilice un tiempo determinado, con unas condiciones concretas. A la vez, es importante saber que la inmensa mayoría de las veces que se deja un móvil con unas condiciones, estas acaban olvidándose, y por tanto incumpliéndose, en menos de un mes. 

Algunos documentales que pueden ayudar a profundizar en el tema:

  1. Móviles, armas de adicción masiva. (2019) Enlace. 
  2. The social dilemma. (2020). Enlace.
  3. Childhood 2.0. (2020)  Enlace.

Noticias relacionadas

Un Congreso para descubrir la belleza y profundidad de la vida matrimonial
Hoy en día es frecuente encontrar cursos sobre la educación de los hijos en el plano afectivo, en su relación con[...]
Alexandre Havard imparte una conferencia ante 600 personas en Orvalle
Ante un auditorio de 600 personas en el Colegio Orvalle, el conferenciante internacional y fundador del Instituto[...]
Entrevistamos a Eva Fernández, corresponsal de COPE en El Vaticano
El papa Francisco la definió en un viaje papal como ''la periodista que está disponible 24h, que siempre deja pasar[...]